DBF 19/07/2008 - Dia grande el de ayer en Barcelona. Fue más de lo que se esperaba y se vivieron momentos únicos. Poder ver el retorno de Blondie, simpáticos y con ganas, el de The Verve (foto), con mucha energía (la que se fueron guardando hasta las dos últimas canciones), Ian Brown, Grinderman, Primal Scream y demás fue como pasearse por un museo de reliquias muy valiosas.
Pero no todo fueron viejas glorias. WE ARE SCIENTISTS nos hicieron olvidar que el sol todavía estaba en el punto más alto con una actuación enérgica y potente que puso al público del revés. Gran acierto el orden del repertorio y, sin contar el fallo de bateria que dejó a los asistentes mirándose entre ellos, un inicio de festival perfecto. IAN BROWN salió después y nos dejó claro que para él y sus chicos el escenario es su segunda residencia. Se sienten cómodos, incluso el duendecillo verde que pusieron a bailar a su izquierda. Mucha canción de los desaparecidos THE STONE ROSES garantizaba un poco de cada fan en el bolsillo, pero no supo cómo acabar la faena y el final supo a poco.
GRINDERMAN puso sobre el escenario su atrevida propuesta y salió victorioso. El directo le da algo de sentido a su música y gana mucho. BLONDIE fueron simpáticos y sus éxitos eran premio seguro, pero se esperaba más. INTERPOL tuvo algunos problemas al principio con el sonido de su batería, lo que provocó un momento algo extraño que pudo ser aliado. La entrada inconfundible de guitarra en Slow Hands se quedó sola al no entrar el sonido de la batería. Se truncó la canción y eso hizo que a la segunda entrara con más fuerza por nuestros cuerpos. Victoriosos al final sin necesidad de tocar The Heinrich Maneuver. Todo un lujo el de los neoyorquinos.
MAXïMO PARK tuvieron la mala suerte de ser el interludio entre Interpol y The Verve en el escenario de al lado y eso les hizo parecer una banda poco sólida aunque entretenida. Finalmente llegó el momento. Si eres de Madrid y estás leyendo esto a día 19 de julio te recomiendo que lo dejes o te estropearemos la noche. Cuando no te lo esperas entra mejor. THE VERVE. Cuarenta y cinco minutos de auténtica atmósfera subversiva fueron amasando a un público entregado a sus baladas para dar una estocada final que dejará huella imborrable en la memoria de todo el que estuvo allí. Nueve minutazos de Bitter Sweet Symphony elevaron la adrenalina al máximo. O eso es lo que se podía pensar. Después de este momento, otro mejor: Love is noise en estado de gracia desató la locura, los abrazos y la emoción en un momento totalmente surrealista. Volvió la magia de los sesenta, la psicodelia mental y el desenfreno. Finalmente un concierto salvado con gran acierto. Se podría haber pagado el precio de la entrada solo para escuchar esos últimos 20 minutos. Y al final unos PRIMAL SCREAM que fueron el colofón a una gran noche de música.
Hoy más, con actuaciones más enérgicas aunque veremos si nos llevan al mismo sitio o más lejos.
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