DBF 20/07/2008 - Un día mucho más festivo que el anterior y con la mitad de fuerzas en el cuerpo. La organización fue cruel con los amantes de la buena música porque ayer en el Parc del Forum se veían dos mares: Uno calmadito con agua y otro mucho más revuelto sobre el asfalto del Summercase, donde la gente no paraba de ir para allá y para acá, loca por verlo todo. El escenario Converse Stage se quedó pequeño en prácticamente todos sus conciertos. Habían pasado Pete and the Pirates y Mystery Jets, pero en Shout Out Louds ya había gente que tenía que ponerse las gafas de lejos (siempre gafas modernas, claro). Fue en aumento con Los Campesinos!, Biffy Clyro y The Raveonettes.
Luke Pritchard, no olvides este nombre. Desde el momento que salió al escenario con sus The Kooks se pudo ver mucha pose. Nadie diría que llevan una carrera de dos discos. Menos aún cuando se pudo ver a su guitarrista Hugh Harris celebrando su vigésimo primer cumpleaños rodeado de los asistentes al concierto de Kings of Leon. Vaya sombrero, Hugh. The Kooks demostraron solidez y calidad, y dieron al público todo lo que deseaba. Acabaron cantando canciones con el público sentado en el suelo y lanzándose al gentío. Una gran premonición de lo que iba a ser la noche. Primera visita, ineludible, hacia Converse Stage. Shout Out Louds ofrecieron una entretenida actuación en la que, naturalmente, el momento álgido y más esperado por todos llegó con Tonight I have to leave it. No esperábamos nada nuevo de The Breeders, así que los vimos de lejos porque en nada empezaba Los Campesinos!, que después del concierto de ayer deberían llamarse Los Campesinos!!!!!!!!. Fuerza, riffs de teclado que convierten simples melodías en himnos y un cantante que no para de un lado al otro e incluso se pasea hasta la vigésima fila mientras canta Sweet Dreams, Sweet Cheeks, su último suspiro. Se presentaron en un perfecto español, como el nombre del grupo, y nos hicieron volar con Death to Los Campesinos! y You! Me! Dancing!.
Otro desplazamiento hacia Movistar Stage para ver a los mismos Kings of Leon de Benicassim 2007. Tocaron lo mismo y con la misma gracia, que fue más bien poca. Ya nos había llegado el rumor de que en esta gira no estaban tocando nada nuevo todo y que sacan nuevo disco. Así fue. Al final nos fuimos con cara de tontos a desahogarnos con The Raveonettes. Canción a canción se nos pasó la decepción y las ganas de ver a Sex Pistols. Y no nos arrepentimos. Después de los daneses, en nuestra mente solo había un cronómetro recordándonos que cada vez faltaba menos para que saliera Cansei de Ser Sexy (foto). Y probablemente pasó también por la mente de muchísima gente, porque el Walkman Stage estuvo totalmente desbordado. Y no era pequeño. Lovefoxxx, vocalista de la banda, tuvo que soltar un sentido "caralho!" cuando alzó la vista y vio la cantidad de gente que se reunió para verles. Y decidieron devolverles el favor a base de temazos y ritmos estratosféricos.
Una locura que se tendría que haber prolongado con Foals, si no hubiéramos cometido el error de pasarnos por el concierto de Kaiser Chiefs. Bajón. El chico le pone ganas, pero nunca acaban de despegar. Para Summercase 09 esperamos que se den cuenta que tres años seguidos sería demasiado. Y finalmente si. Foals y su French Open inicial nos hicieron olvidar todo. Si a eso le sumas que la segunda fue Cassius, pues ya tenemos la fiesta montada. Y lo mismo con Ballons, Olympic Airways, Heavy Water, y hasta el Electric Bloom final. Un global excepcional para una banda todavía con acné musical. Y después de un resoplido de descanso, Los Planetas. A éstos les pasó como a Kings of Leon: Encontraron el papelito de repertorio del FIB del año pasado y no se molestaron en adornarlo. Incluso se dejaron David y Claudia, que allí si que cayó. Pero se les perdona todo, porque toquen lo que toquen es un final de fiestas inmejorable.
Veredicto final: El Summercase ha conseguido mejorar en organización, en sonido y en cartel respecto al año pasado. Ahora deberían intentar contratar a unos encargados de seguridad un poco menos burros a la hora de sacar a la gente del recinto para el año que viene. A las 5:05 ya estaban dando malas patadas cuando la música de Smart terminó a las 5:02.
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