CPB 12/12/2008 - Dos canciones. Eso es lo que me ha durado este disco, dos canciones. Bebey me parece una intro adecuada para un álbum de electrónica bollywoodiense y First Communion reúne los mejores (bueno, en realidad los únicos) momentos del grupo con una pieza de tecno-pop exótico cantado al estilo M.I.A. y con unos ritmos tribales que levantan a cualquiera de su asiento.
A partir de ahí, es mejor obviar el resto del disco y dedicarse a otra cosa porque son incapaces de levantar cabeza en momento alguno. Blue Nile te quita la euforia de un tortazo a base de tres minutos de electrónica chill-out que vendría bien para música de anuncios de líneas eróticas a altas horas de la madrugada, pero no es el caso. Vacuum tiene un pase porque nos recuerda a My Bloody Valentine, pero en Princes llega la hecatombe cuando deciden, sin venir a cuento, invitar a un amigo rapero para directamente desperdiciarles la canción.
Inners Place aún no sabemos si es una canción o es que dejaron la Play Station en “modo pausa” y decidieron grabarlo. En Afoot y Dust toman a los infames High Places (véase su crítica en esta misma web) como modelo a seguir y de ahí que les salga las cosas tan horribles que han hecho.
En definitiva, me he llevado un gran desengaño. Las grandes críticas recibidas, la exótica portada y el nombre del grupo me auguraban pasar un buen rato. Pero nada más lejos de la realidad, se trata de otro ejercicio de pedantería electrónica (cuánto más raro mejor porque así demostramos que somos más snobs) que no hay quien la soporte. Harán bien despreciándolo. Si deciden escucharlo, dulces sueños.
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