CPB 9/10/2008 - Cuando a un disco se le califica como “de vanguardia” hay que prepararse para la que nos va a venir encima. Obviamente, los medios más snobs y reputados califican este álbum como una obra maestra y lo colocan entre lo mejor de este 2008. Y, obviamente también, un servidor, desde su punto de vista subjetivo, lo califica como una puñetera bazofia.
Entendemos que este rollo experimental mezclado con sonidos africanos esté de moda (véase la paliza que nos dieron el año pasado El Guincho y Panda Bear) pero lo de High Places ya es pasarse. Por mucho que me esfuerzo no veo melodías, estribillos ni influencias a ninguna de las ¿canciones? de este disco.
Eso sí, ustedes no desesperen, sí quieren grabar un disco hagan como High Places. Aporreen utensilios de cocina, toquen los juguetes musicales de su sobrinito y pongan voz de pánfila y grábenlo, les aseguro que en cuestión de días tendrán a toda la crítica a sus pies.
Por nuestra parte solo podemos aconsejar a High Places como hilo musical de un documental sobre ñus, y enviar su disco, por méritos propios, a nuestra querida papelera de reciclaje.
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