Zenttric

Zenttric

2009

3

DBF 26/8/2009 - Ay, señores, qué bien pintaban estos chicos. Los bilbaínos zenttric, después de años de tocar sus primeras canciones, por fin sacan su primer disco llamado también zenttric, por ser originales.

El hecho que el single sólo quiero bailar aparezca en la lista de los 40 principales ya echa para atrás y de qué manera, pues ya sabemos la calidad de esa lista. Aunque la canción personalmente me gusta, hay que reconocer que el grupo se ha ido encaminando hacia un pop cada vez con más tonos pastel probablemente aconsejados o influenciados por su discográfica EMI. Ahí tendrá mucho que ver también el productor/destructor Nigel Walker que, para que se hagan una idea de la magnitud del desastre y entre otros, ha producido a M-Clan, El Canto del Loco, La Oreja de Van Gogh o Pereza (nunca pensé que estos nombres aparecerían en esta revista on-line, que dios nos coja confesados). El sonido resultante tiene calidad, es natural. El dinero tiene sus efectos, pero cuando tu idea de la música es tan paupérrima es imposible que nada salga del estudio mejor de como entró. A parte del single, las mejores y casi diría las únicas canciones medio buenas siguen siendo las de su primera maqueta, cuando aún caminaban sin la multinacional del brazo (Vas voy, Martes, Limousine y sobretodo Contrario) y las que les permitieron telonear a los Rolling en el estadio de Anoeta en San Sebastián hace un par de años.

Sus letras no son de lo mejor, incluso algunas carecen de sentido pero algunos de sus cortes son tan pegadizos que hacen que los tengas en la cabeza días enteros y los tararees sin darte cuenta, hasta que alguien en la habitación de al lado grite "es a mi o estás hablando solo?". Sus videoclips también son curiosos: el primero fue Limousine y es todo un curro de organización y montaje. El segundo, Sólo quiero bailar, también con muchas horas de montaje y con Henry Lee (que aunque tenga nombre de asesino en serie es el cantante de The False Friends) haciendo un baile de lo más vistoso.

En definitiva, un disco muy irregular con la calificación de pasable, aunque cogido con pinzas. Quizás estos chicos con otros consejeros hubieran tenido una salida más lenta, pero más sólida también.