CPB, DBF 15/8/2009 - Nudozurdo parece destinado a tener las cosas difíciles, pero siempre sale triunfador en todos sus empeños. Tardaron alrededor de cinco años en sacar su segundo disco Sintética y su cantante Leo se quedó solo cuando toda su banda tuvo que dejarle por distintos motivos, teniendo así que buscar nueva formación. Aún así el disco salió y lo defienden con gran solvencia y solidez. Además fueron uno de los pocos grupos que pudieron tocar el fatídico y ya famoso viernes del huracán en el FIB Heineken 09. Conseguimos hablar con ellos justo después, con el viento empezando a despeinarnos a todos.
En primer lugar, felicitaros por el concierto que nos habéis ofrecido esta tarde, teniendo en cuenta que era una hora difícil. ¿Qué expectativas teníais de este concierto?
Jorge: Pues esperábamos que los españoles tuvieran la curiosidad por acercarse a vernos. Sabíamos que con el público extranjero no podíamos contar o que los que se acercasen, al ver que era en castellano, no durarían mucho. Confiábamos en la gente que nos ha visto durante todo el año, incluso he reconocido algunas caras, y los que tuvieran la curiosidad de saber quiénes éramos. En definitiva, muy contentos por la gente que se ha acercado a vernos.
Acerca de vuestro segundo trabajo Sintética, nos gustaría conocer el proceso de grabación, que sabemos que ha sido largo. ¿Qué problemas surgieron durante la grabación? ¿Se puede decir que al final habéis quedado satisfechos con el resultado?
Leo: Ha sido un proceso muy largo. Empezamos aproximadamente en el 2004 y empezaron a surgir diversos problemas. El estudio cerró y eso supuso que el productor y yo estuviéramos casi el doble de tiempo mezclándolo. Fue un proceso largo y muy perfeccionista, que se llegó a demorar unos dos o tres años, ya que pasó otro año para moverlo por las discográficas. Es decir, en total pasaron cinco años desde que se trajo al estudio hasta que salió a la luz.
¿En algún momento se paró el proceso?
Leo: Sí, en algunos momentos estuvo muy parado, sobre todo cuando el grupo se desintegró. Parecía que no iba a haber un final. No sé si lo llegué a pensar, pero era una realidad que el proceso estaba realmente condenado.
¿Llegaste a pensar que Nudozurdo se acababa?
Leo: No. Pero estaba acabado. No lo pensaba porque había algo en mí que empujaba para que esto saliera adelante, pero había momentos en los que estaba completamente bloqueado y acabado.
Para el resto de la banda, ¿cómo es el proceso de encontrarte con un material acabado y en el que vosotros tenéis que hacer vuestro algo que ya está hecho?
Jorge: Resultó muy largo también. Nosotros hemos empezado a estar cómodos después de un año de tocar en directo que es cuando hemos comenzado a sentir las canciones como nuestras. Las hemos interiorizado y adaptado a lo que sabemos y podemos hacer. Ha sido extraño, porque antes de entrar en el grupo ya habíamos escuchado Sintética tal y como ha terminado, y a los tres nos gustaba muchísimo. Había otras circunstancias que no nos permitían tocar juntos, pero los tres éramos fans del disco. Y luego, meternos en las canciones nos ha costado más de lo que esperábamos, hemos tenido que trabajar como un grupo nuevo que empieza de cero con un repertorio heredado, pero ahora se puede decir que estamos en el mejor momento del grupo. Viendo que hay muchas cosas que se pueden mantener y otras que se pueden ampliar hacia muchos lados.
Nos ha sorprendido gratamente el concierto porque no sigue el patrón de lo grabado en el estudio e introduce cambios a mejor.
Leo: Existe algo no premeditado en nosotros y es que nos gusta asumir un cierto riesgo en el escenario, en el sentido de que no queremos reproducir como un facsímil el disco. Por lo que a mi respecta, con el tema de la voz me llego a aburrir mucho si lo hago todo de una manera automática. Y en determinados casos, como en El Hijo de Dios hacerla cada vez de una manera diferente y disfrutar con ello, sino te acabas como muriendo sobre un escenario por hacer algo que tiene que ser de una determinada manera y que te lleva a un callejón sin salida.
Jorge: Nunca intentamos reproducir la canción tal como debe ser, sino que nos gusta más sorprendernos de cómo puede ser la canción cada día. Del fin de semana pasado a éste, hay canciones que pueden haber subido diez puntos de velocidad, otras haberlos bajado; a veces lo hacemos a propósito o a veces se nos escapa de las manos porque nos metemos en una vorágine en la que no sabemos como hemos terminado aquí.
Leo: Creemos que la improvisación es muy importante sobre un escenario, es algo que hay mantener e intentar rejuvenecer cada vez que te subes ahí, porque es muy peligroso y se pierde la capacidad de sorprender.
A partir de ahora, con formación nueva, ¿cómo será el método de trabajo de Nudozurdo? ¿Cambiará la forma de hacer las canciones? ¿Habrá nuevo disco en breve?
Jorge: Toquemos madera (risas).
Leo: Lo habrá. Pero es una cosa que se va forjando con el día a día y no tenemos esa capacidad de previsión como para saber lo que va a ocurrir dentro de equis tiempo. Como he comentado antes, somos un grupo que nos gusta sorprendernos, y en este aspecto también. Vamos poco a poco, y nos vamos dando cuenta de hacía dónde vamos, pero no podemos decir una coordenada fija de algo concreto a lo que nos dirigimos
¿Hay algo grabado ya?
Leo: En el local tenemos cosas grabadas, y nos encontramos ahora trabajando con este material.
Aprovechando que os vais a quedar más tiempo en el festival, ¿qué conciertos tenéis previsto ir a ver?
Jorge: Magazine! En cuanto terminemos con la entrevista vamos para allá. Nos hubiera encantado ver ayer a Gang of Four. También quiero ver a The Horrors.
Leo: Yo tengo curiosidad por ver a Franz Ferdinand que no he tenido la oportunidad de verlos en directo.
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