CPB 31/12/2009 - Cerramos un nuevo año y obviamente, hay discos que me han irritado los tímpanos o me han servido para conciliar horas de sueño. He aquí los casos más flagrantes, en orden alfabético.
Air – Love 2
Tan impactante y emocionante como la musiquilla de fondo que escuchamos cada día al subirnos al tren de cercanías. En caída libre desde Moon Safari, seguiremos esperando a que el dúo francés dé señales de vida.
Arctic Monkeys – Humbug
Si siendo jóvenes y prometedores ya me resultaban aburridos, imagínense ahora que supuestamente “han madurado”. ahora ya se han vuelto tremendamente insípidos.
Dan Deacon – Bromst
Disco excesivo y empalagoso, como si de unos Animal Collective drogados hasta las trancas se tratase. No le encuentro la grandeza al disco por ningún sitio.
Dirty Projectors – Bitte Orca
Mamarrachada infame para snobs que aparentan gustarle algo por pura fachada. Infumables y pedantes por partes iguales.
Dorian – La ciudad subterránea
Repiten la misma base de A cualquier otra parte hacia la saciedad combinándola con letras robadas a Pignoise. Obviamente, buen disco si quieres echarte unas risas.
Julian Plenti – Julian Plenti is…Skyscraper
Señor Paul Banks, ¿era necesario esto? Céntrese en sacar un gran cuarto disco con Interpol y deje de jugar con maquinitas.
Kasabian – The West Rider Pauper Lunatic Asylum
Vienen a ocupar el puesto de honor a “grupo más hinchado de la historia” que han dejado vacío los (esperemos que de una puta vez) disueltos Oasis. No pasé de la cuarta canción.
Mendetz – Souvenir
Lo he intentado, pero no consigo verle las virtudes que otros le ven. Yo los veo carentes de buenas ideas, y lo que es peor, un disco supuestamente hecho para divertir que me ha provocado más de un bostezo.
Muse – The Resistance
Salvo Uprising, el resto es de juzgado de guardia. Pero eso sí, siguen ganando adeptos y siguen tocando en estadios cada vez más grandes.
Nickel Eye – The Time Of The Assassins
Nikolai Fraiture ha salido el peor parado de los Strokes por separado (Casablancas se ha salvado por los pelos de estar en esta lista). Ni me acuerdo del disco, mala señal.
Patrick Wolf – The Bachelor
Me cito: “Llámenme arcaico o conservador, pero esto de mezclar violines con bases bakalas me recuerda a esas trepidantes actuaciones de los países balcánicos en Eurovisión”. Pues eso, a la papelera de reciclaje.
Ponytail – Ice Cream Espiritual
¿Aguantaríais media hora de aaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuu aauauauaauggggggggg hahahahahtatatataaaaa iiiiiiiiiiiiuuuuuuu aaaaaaaaaa? Yo no.
Sidonie – El Incendio
Se veía a venir. De gran esperanza del indie patrio a teloneros de El Canto del Loco. Ya ni singles buenos sacan. Adiós, Sidonie, si no es con buenas noticias, no volváis.
Sunn O))) – Monoliths & Dimensions
Como si no diesen suficiente tirria por el impronunciable nombrecito de marras y sus vestidos de monjes de clausura, se cascan un disco de metal para gafapastas que no hay quien lo aguante sin tomarse una caja entera de gelocatiles.
The Decemberists – Hazards of Love
Traspiés monumental de una banda con una discografía más que convincente hasta la fecha. Se pusieron a innovar y les ha salido una ópera-rock tan empalagosa que me extraña que no la hayan firmado los propios Muse.
White Lies – To Lose My Life
Que alguien les mande toneladas de personalidad a estos chicos, la necesitan.
Zenttric – Zenttric
Con serios problemas para no sólo hacer letras coherentes, sino para acentuar correctamente ciertas palabras (un ejemplo: “sabádo noche en Londón”). En breve estarán en el lugar que les corresponde: el olvido.
Zahara – La fabulosa historia de “no se qué más chorradas”
Licenciada en marketing viral, la hemos tenido hasta en la sopa. La he escuchado y en efecto, me transmite lo mismo que La Oreja de Van Gogh: ganas de matar. Zahara sería como la típica “moderna” que escucha a “Muse”. Sí, adorable…
Conciertos | Discos | Noticias | Entrevistas | Agenda | BiginnerTV