CPB 16/4/2011 - Las expectativas eran altísimas. En parte por el nivel sobresaliente de los últimos discos paridos por el genio Bradford Cox bajo el nombre de Deerhunter, y también por el recuerdo del enorme concierto que pudimos presenciar en el Primavera Sound de hace dos años.
Tras presentarnos una canción nueva e inédita, llegaba el primer disparo certero de Cox y los suyos; así sin más, en frío y sin poder calentar, nos sueltan Desire Lines, que sonó tan inmensa como todos queríamos que sonase y que provocó la primera gran ovación de la noche. De ahí en adelante una retahíla de los mejores momentos de sus tres discos enlazados entre si casi sin pausas, sin respiros, manteniendo en todo momento una atmósfera sónica que sobrevolaba la sala provocando un aquelarre de sensaciones en todos y cada uno de los allí presentes.
Pero, quizá el clímax de la noche llegó con el tándem formado por una contundente Memory Boy prácticamente solapada con la infalible Nothing Ever Happenned estirada hasta los más de diez minutos y con Cox recitando las estrofas de Horses de Patti Smith. Mientras recuperábamos el aliento, nos regaló esa obra de orfebrería llamada Helicopter que daba paso a He would have laughed, canción que en estudio no es de mis destacadas, pero ayer no sé si debido a la contundencia con la que sonaba la parte rítmica de la banda o la sobreexcitación que llevábamos en el cuerpo, pero me pareció sublime.
En los bises no podía faltar Agoraphobia, preámbulo a un fin de fiesta con Octet, pieza de su primer álbum que resultó un tanto excesiva en el minutaje y carente del duende del que van sobradas otras canciones del repertorio. Quizá un final descafeinado para una velada espléndida. Ayer fueron confirmados para el Primavera Sound, allí nos tendrán una vez más.
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#1 Britus 16/4/2011 18:52:30
Sólo espero que en el Primavera Sound toquen "Basement Scenes", y que lo de que tocan el viernes sea una broma de mal gusto